Supongo que para hoy ya te habrá llegado el audio en el que una mujer nos cuenta que al padre Juan (sic) lo han detenido en la aduana y lo retuvieron por horas por introducir objetos subversivos al país.
Pues resulta, según el mismo mensaje de audio (que pide que no se viralice pero qué mejor si) nos explica las vejaciones sufridas por el canónigo. Trataba de importar ¡oh dioses! objetos terroríficos, de hecho diseñados para terroristas *
“niños Dios” y rosarios traídos directamente de Magdala, en otras versiones dicen que eran estatuillas de la Magdalena.**
Tengo que confesar (me) que me dio un ataque de risa.
De entrada imaginando a los, muy celosos de su deber, oficiales de aduanas revisando y revisando. Por otro lado al pobre cura en el infame “cuartito” ese que existe en todas las aduanas y oficinas de migración del mundo, sudando, cansado de un vuelo larguísimo y sin saber qué demonios (a propósito) sucedía.
En fin, lo acusan y por supuesto le incautan las terribles armas de subversión. Yo no quiero ni imaginar a los superiores cuando la curia mexicana (además legionarios para más INRI) se quejó ante las autoridades. El baño que les ha de haber tocado a los subalternos que en un exceso de celo detuvieron el “contrabando” claro, de droga y de otros demonios ni hablamos.
Al final el SAT envió una declaración que si, que los rosarios habían sido decomisados por tratarse de madera de olivo y para evitar la introducción de plagas al país. (nada mas erróneo) pero se sacaron la espina elegantemente (o casi)
* si eres un demonio que has pose{ido a alguien si, son armas subversivas y eso me hace pensar que, no lo sé, es posible que tengamos a los infiernos entre nosotros, suena lógico con todo lo que pasa.
** bueno, las estatuillas de la Magdalena habría que ver de qué época son. Si de antes de que fuera santa o después… (y sé mucho de su historia, no la contada por Dan Brown, así que no se pongan locos)
Y por favor, lean esta entrada como lo que es… un grano de sal