Han pasado mas de dos años y medio, días mas días menos, desde que empezó el encierro y la pregunta obligada en este caso es;
¿dónde estabas y que hacías?
Y después de eso las conjeturas “esto pasará, quince días, ya verás. Como la A-H1N1 y dará vueltas un poco y listo” Creímos muchos de nosotros que la normalidad (haya sido eso lo que fuere) volvería después de una mini vacación forzada.
Y pasó marzo… y pasó abril. Empezamos a comprar papel higiénico, no sé la razón pero hubo una rapiña de rollos de papel. Ya sentíamos que nos “cagábamos” de miedo supongo. Y tuvimos razón.
Escasearon los equipos de protección personal para el personal sanitario, para el resto de los mortales ni se diga. Algunos nos organizamos para conseguir esos insumos ya que el estado se hizo, como de costumbre, el sordo. Y el tiempo siguió pasando.
Vacunas, antivacunas, ivermectina, pronunciamientos, teorías de conspiraciones, en fin; un poco de todo.
Ahora, tres años después del inicio “oficial” de la pandemia hemos sobrevivido. Con vacíos en nuestra mesa y en nuestra vida. Familia, amigos, compañeros y todos los que no conocimos que eran parte del mundo.
En esos huecos hemos encontrado un rayo de esperanza, hicimos nuevos amigos y encontramos maneras diversas de relacionarnos con la comunidad. El ahora ubicuo Zoom, la explosión de los servicios de mensajería instantánea. WTSP, TEL, MSSNGR y otros que están en las orillas.
Yo agradezco al universo, a la vida, a mi familia y a mis amigos y comunidad que me hayan arropado, espero que también les hay arropado yo. Porque a fin de cuentas…
JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES
Así que vamos a celebrar la vida y a vivirla hoy y hasta que dure.
¡QUE VIVA LA VIDA!
Y pasó y quedaron nuevas costumbres y nuevos amigos en la distancia que se acortan con sentimientos sinceros . Un abrazo fuerte mi querida Tabi , felicidad para ti y todos los tuyos.
Viva!! Hay q celebrarla!!