En una comunidad como la de Cancún, donde la mayoría de los habitantes vienen de fuera a una ciudad que tiene apenas cincuenta años, la sociedad, la comunidad se ha organizado de tal manera que provoca los cambios propios sin necesidad de la intervención gubernamental.
Es interesante observar que los que han llegado hace relativamente poco a una ciudad ya (aparentemente) organizada y siguen pidiendo, como lo hacían en sus ciudades de origen, que el estado se haga cargo de los servicios clásicos, basura, calles, parques, etc.
Para muestra los sistemas que se colapsaron a partir del paso de Lis últimos huracanes y de una huelga del concesionario de recolecta de basura.
La comunidad "vieja" trabaja para restaurar los servicios de la ciudad. Nos convertimos en pepenadores, en barrenderas, en cocineras para el vecindario, en guarderías impromptu. Todo sin necesidad de apoyos municipales.
Me recuerda "ensayo sobre la lucidez" de Saramago, una muestra maravillosa de recursividad comunitaria.