En estos días de mayo encontré una película deliciosa. Intimista y suave aunque llena de significados y substratos que siguen asombrándome mientras ms la recuerdo. más quiero volverla a ver con mayor detenimiento. Corta para estos tiempos, sin música que distraiga de lo que está pasando, solamente al final.
Céline Sciamma hace un trabajo estupendo, llevándonos de la mano por un universo de ciencia ficción, fantasía y viajes en el tiempo, un elenco mínimo de personajes redondos. Una abuela, un papá cuidadoso, ambos medio ausentes en su adultez.
Dos niñas, que te darás cuenta de que son madre e hija, reunidas en esa casa materna, ancestral que cambia en el tiempo magistralmente con muebles que ya no están aunque la casa es la misma.
La complicidad de las pequeñas (hermanas por cierto) que van forjando una amistad de días que se ven eternos. sin tiempo. Nelly, la hija/nieta y Marion la madre/hija, se encuentran a la misma edad, ocho años, en el bosquecillo donde hubo una choza, refugio construido por Marion y en este tiempo onírico ayudada por Nelly.
Tiene detalles como la pluma que comparten en el tiempo de Marion, es de esas de cuatro colores, seguro tuviste una así. La ropa es lo suficientemente atemporal para pasar casi desapercibida, pana antes, mezclilla ahora, algunos colores que se usan hoy y otros ayer. Quien haya tenido el encargo del vestuario posee un ojo aguzado y claro. y cabo de saber que la directora ES la encargada, ¡DOBLE WOW!
Hacer crucigramas con la abuela, que Nelly sabe que los hará en el futuro, le permite despedirse con el tiempo necesario. Todo es TIEMPO. Despedidas que faltaron, estos tiempos de pandemia y de siempre.
¿Quién es la mayor? Aunque son casi iguales (de hecho son gemelas) la mirada de la hija que conoce el futuro es nostálgica, la mirada de la madre que espera el futuro es incierta. La abuela es una presencia siempre mirada desde abajo a la altura de las niñas…
¿Que harías si te encontraras a tu mamá de tu edad? ¿Te caería bien?
¿El miedo se desvanece si sabes el futuro? a la llegada ala casa antigua la mamá le cuenta a Nelly sobre los miedos de chiquita en su habitación donde ahora dormirá ella. Los latidos del árbol en la ventana y cómo descubrió que eran los latidos de su propio corazón. En un momento donde duermen juntas, Nelly se despierta a media noche e infieres (yo) que le contará eso a su amiguita Marion.
Hay un momento donde Nelly le cuenta a Marion la verdad. Solo un niño(a) puede creer dos cosas imposibles antes del desayuno así que con la curiosidad propia de su edad explora algo del futuro. Su futuro. Sus futuros. Sin juicios.
En palabras e la directora “se trata de crear nuevas mitologías” yo diría nuevas narrativas… ¿que pasaría si conocieras a tus papás de niños?
Y mejor no te cuento el final que de seguro te sorprenderá.
Por cierto; ya quiero ver más películas de ella.