¿Oras por las ciudades en guerra?
¿No lo haces porque te sientes falso?
En realidad oramos por nosotros. Por nuestros miedos y nuestras necesidades que vemos reflejados en la violencia sin sentido que ataca sin avisar.
Como aquí.
Como en casa.
Como tantas veces. Como a tantas y tantos.
Oramos. Lloramos. Y tenemos miedo.
Ese miedo que nos obliga a dejar la razón y la conciencia de lado. Ese miedo que no nos permite extender nuestras manos y nuestra ayuda a quien parece diferente. Y si. Oramos por ellos, por nosotros, por ti, por mi, por los nuestros...
Asi que aunque no creas en ningún dios, ora, llora y piensa.
Prendamos una vela... Por lo que creas, por lo que necesites.
Las velas serán diferentes pero la luz es la misma, la oración es así
París, Siria, Madrid, New York, México ... La violencia nos ata a todos