Los Pasos
La vitrina la llamó con un cartel que proclamaba ¡GRAN BARATA! Entre la crisis y la pandemia se quedó sin trabajo, los pocos ahorros alcanzarían para este mes y quizá, con suerte, mucha suerte, un poco más.
Volteó la cara para no verlos, cerró los ojos para olvidarlos, buscó alguna cara conocida para distraerse; pero todo fue inútil. Entró sin respirar y puso su mano con aire propietario sobre el trofeo.
La mirada del vendedor recorriéndole las piernas cuando se los probó le puso la piel de gallina, sintió la envidia de las dependientas cuando le dijeron que era el último par. Su número, un poco estrechos es cierto, pero el charol cede, su madre lo decía cada año el primer día de clases.
Salió con pasos fuertes y seguros. Unos días menos, una comida o la renta se arreglarían. Los zapatos rojos bien valían la condenación.
Y quien sabe… igual y podrían conseguirle trabajo.