¿Sabes por qué las palomas se acicalan todo el día?
Todo empezó hace muchos muchos años…
(Las palomas eran muy inteligentes pero pecaban de presumidas.)
En las universidades las palomas eran muy inteligentes, hablaban varios idiomas y sabían de filosofía, arte, humanidades y lógica.
Se reunían en corrillos todo el día a hablar entre ellas de temas importantes, tales como física cuántica y de la música de las esferas.
Jugaban ajedrez y sacaban cálculos matmáticos profundos y resovían obscuras ecuaciones y conjeturas antiguas. Discutían horas enteras sobre números fibonacci o proporciones áureas.
Pero se burlaban inmisericordemente de los gorriones y otros pajarillos que querían aprender. Estos se acercaban y mendigaban atención, uno que otro más valiente que los demás, un cardenal o un zenzontle, que tienen más autosuficiencia, se atrevían a pedir tutorías.
Cuando esto sucedía las palomas se apretaban en sus reuniones ignorando a los pedigüeños y usaban un lenguaje más arcano aún que era incomprensible para que nadie pudiera acercárseles.
Hicieron los pajarillos del parque una diputación y fueron a suplicarles clases. Las palomas ofendidas ante semejante “igualadez” ni siquiera se dignaron escucharles y entre disquisiciones filosóficas ininteligibles les dieron la espalda.
El Gran Halcón que todo lo vé, se enteró de la situación y apelando a la Madre Tierra lanzó una plaga de gorgojos que al picarlas las volvieron locas.
Desde entonces se la pasan ensimismadas en su acicalamiento sin tiempo para pensar y, mucho menos, para aprender…