Ahora se ha puesto de moda el “hacer hielos” siguiendo a Wim Hoff, tipo fantástico por cierto, que predica un modo de vivir donde puedes hacer lo que te propongas.
Caminar en brasas me viene a la memoria (¿lo has hecho?) la mente sobre el todo, mejorando la salud y el sistema inmunológico. Eres mas fuerte de lo que crees.
Pues les contaré una historia…. ya ustedes decidirán si es verdadera o no, como todas las historias (sobre todo las mías) es un poco y un poco.
Daba vueltas alrededor de los demás, curiosa.
observando
midiendo
considerando
Desde el principio dijo
- Yo no me voy a meter, solamente quiero saber como es.
Llenaron la tina con hielo y agua, muy poca por cierto, una persona cabría cómodamente sentada ahí.
¿¡cómodamente!?
Música un poco tecno, jóvenes todos. Por lo menos de la mitad de su edad.
Bajo el vestido se puso el bikini.
No se metería, no, solamente iba a mirar.
La preparación con una meditación guiada le recordó sus partos.
- sopla, respira, mantén el ritmo…
“Piece of cake”
-Aguanta el aliento deja que el cuerpo te lleve…
“esto es como bucear y andar en bicicleta” “piece of cake”
Tras de unos saludos al sol inspirados en lo tibetano, se reunieron alrededor de la tina. Brillaba engañosa, Aparentaba ser inocente en sus reflejos.
Escuchaba las instrucciones con un oído y con el otro la voz interior que repetía;
“Piece of cake”
La instructora dio un repaso. Ella entraría primero para una demostración. ¡No, la interrumpió, voy primero yo!
“Piece o cake” musitó.
Antes de que pudiera cambiar de opinión entró hasta mojarse la cabeza.
Y el tiempo se ralentizó… a su ritmo, a su modo…
Pasaron un minuto, un minuto y medio, la marca del desafío.
Dos minutos…
Llegando a la meta de tres minutos…
Elevó los ojos al cielo y con una sonrisa sumergió la cabeza
.
El brillo del hielo desdibujaba su silueta bajo el agua y todos en el corrillo la perdieron de vista.
En el viento helado se escuchó un susurro “Piece of cake”
Nunca la encontraron
¡Me gustó mucho Tabi! Bien escrito
“Nunca la encontraron” ¡obvio no! Seguramente se volvió escarcha y desapareció entre las burbujas. Como la sirenita, la del cuento original.
Yo por eso mejor ni entro a esos recovecos, es más, solo de pensarlo se congela mi aliento.