Hace unos años me regalaron este libro. “En el corazón del Mar” de Nathaniel Philbrick.
El regalo vino de aguien, que como yo, ama el mar, ese mar de velámenes y calmas chichas, de súbitas borrascas y de desiciones implacables. Y ambos somos, o estamos, un poco marineros en tierra.
El libro cuenta la historia real del hundimiento del ballenero Essex en 1820 por el ataque de una ballena. Muy bien fundamentado por cierto y que le sirviera a Herman Melville como la base de su épica MOBY DICK en 1851
Si alguna vez leíste la batalla entre el leviatán blanco y el capitán Ahab (y no moriste en el intento) yo confieso que si, que no me morí. Que lo leí y que si, me gustó.
Me lo dio mi mamá alrededor de los 14 años supongo, y podía oler la sal y el miedo, la grasa, el fuego, la sangre y el hierro. Y por encima de todo la sed de venganza por ambas partes. *
Ahora han pasado muchos años y hace ya bastantes que comprendo el porqué de la animadversión y de la guerra de las ballenas contra los hombres. Siendo seres muy inteligentes se volvieron en contra de los cazadores.
Hay muchas historias en las que las ballenas atacan directamente a los botes balleneros. Acabando con tripulaciones enteras, mutilando y matando marineros.
Durante siglos los cetáceos continuaron siendo peligrosos. Hasta que en su memoria colectiva se diluyó el peligro que representa el hombre.
Era una carnicería terrible que impulsaba El Progreso. La iluminación y los Motores.
Así con mayúsculas.
Y cómo suele suceder con las buenas historias el “homo videns” necesita verlas.
Así que se hizo una película en el mismo año de su publicación. Muy muy buena. Ganó premios a la mejor película de cine de acción. Y gracias a la magia de Netflix está disponible en tu casa.
La vi hace poco y soñé y soñé con mar y cielo y sol y hambre y viejas historias de piratas y grumetes mientras se acomodaba todo en mi interior.
No te la pierdas, quién sabe a lo mejor te animas a leer la novela original y el libro en el que se basó la película. Ambos imperdibles
*Y si crees que era horrenda en esos tiempos imagina esa cacería ahora en la modernidad con sonares, arpones de pistón y cargas de profundidad. no es casualidad que esté prohibida (casi) en todo el mundo.
(por cierto, esta es una entrada que se había quedado en el tintero)
Aprovecho un trayectito para deleitarme con algo de lo que escribes
En esta entrada, yo también he vuelto a los 14 años y he vuelto a releer Moby Dick. En concreto, en una edición de libros infantiles que tenía el texto completo y, cada dos páginas, un resumen en forma de comic. Gracias, Tabi.