En algún momento de mi vida navideña empecé a recolectar arbolitos de navidad. Y resulta que ahora mi casa parece un bosque nórdico.
Los hay muy mexicanos, de hoja de lata “hojalata” tengo de vidrio soplado, de cerámica pintada, de cajita de música, de velas adentro, de alambre para colgarles cositas y recuerdos. Algunos han viajado atravesando medio mundo y otros han salido casi que del patio de mi casa. Otros han sido regalos a medio año o por las fechas, me he encontrado uno que otro en barata y ¡por supuesto que lo compro!
Este año el árbol GRANDE, que preside autoritario sobre los pequeños, es un diseño que inventamos Jaime y yo. De tablitas y forman el perfecto árbol. Ecológico y reusable. Para conservar la tradición conseguimos ramas fragantes de pino. La Navidad llegó elegante y llena de luz. Y, así como cada año, está lleno de recuerdos de viajes, de adornos hechos por mis hijos, de regalitos y ángeles de todo el mundo, carritos, un submarino, amarillo como debe de ser, cohetes rojos y triciclos iguales, sirenas y una bruja voladora.
¿cómo es tu árbol?
¿de qué es?
¿siempre es igual o cambia?
¿qué es lo que mas te gusta de lo que tiene o le pones?
¿Coleccionas algo?
Coleccionaba buhos y tecolotes, pero llegó un momento en que atendía la colección o me dedicaba a mi, en primer lugar, la familia, los amigos y el trabajo, así que con el dolor de mi corazón y casi 50 años de iniciada, decidí venderla, regale los más preciados a amigos abogados.
Mis árboles han pasado de la creatividad a la improvisación, al clásico natural o al artificial que duró casi 15 años y ahora uno pequeñito, junto a un micro nacimiento.
GUSTARON MUCHO TUS ARBOLES.