Es costumbre usar esta fecha para hacer un balance de los sucesos en nuestra vida y también en el mundo y cómo nos influyen. Y pues para mantener esta tradición…
¡VAMOS!
El año empezó con esperanzas y regalos del cielo, una nueva nieta que vino a alegrar aún más la familia. Una muñeca de cuento que junto con su hermano hacen una parejita de colores.
Luego una reunión en la Universidad Ibero Americana nos reunió a los de Ciencias de la Comunicación (CTI) en el merecido homenaje a Francisco Prieto, maestro de muchos de nosotros y referente de nuestra carrera. Amigos, compañeros, de toda la vida, reencuentros, abrazos y gozo de estar juntos después de la sequía de la pandemia además de conocer y encontrar a quienes tan sólo conocíamos a través de una pantalla.
La maravillosa reunión de primas, sangre reunida, de todas las edades. Desde 69 (yo) hasta 29 (la más joven) se fue armando así, como se hacen las cosas que quedan bien, orgánicamente, sin aspavientos y al final nos unimos en celebración femenina de luz y de amor. Por supuesto estamos listas para seguir con esta tribu mollellitas por muchos años, estrechando lazos y tejiendo historias. Continuando el legado femenino de las abuelas y de la madre de este clan Teresa Ramos Guillén, abuelita Teche.
Y mi regalo de cumpleaños… ¡que me voy a Madrid! editaron un libro con un texto mío y pues ni modo había que ir… y junto con el regalo dos maravillosas amigas entrañables. Esperanza y nuestra poetisa/poeta Paca. Hicieron del viaje algo más memorable aún. Y siempre mi adorada Manuela, compañera de toda la vida presencia luminosa y ancla para ser mejor.
Zoquiapan de Semana Santa, Madrid de toros en San Isidro y rematando en Italia, con amigos con los tenemos más medio siglo de caminar juntos y seguimos en la costa amalfitana.
Siempre hay tristezas y este año no fue la excepción, mi muy querido Chapu partió a acompañar a los que se han adelantado y seguro traen fiesta en el cielo, entre baraja y música junto con poesía y lecturas clásicas. Lo extraño, lo extrañamos y al mismo tiempo sabemos que está con nosotros. Eduardo, mi tío, caballero, gran pater familias y cocinero sine qua non parte también como siempre fue. Sin aspavientos y sin molestar. Caballero hasta el final.
Y la cereza del pastel, EL LIBRO de 80 en los 80. Una colección de textos, 80 autores de la Ibero compartiendo su experiencia y su esperanza de un mundo mejor desde la óptica del paso por nuestra universidad. ¡Y yo fui uno de esos autores! Presentado en el marco de un seminario de escritores en construcción creación de NUESTRA Esperanza. De ahí nos fuimos a Zoquiapan.
Texto por Texto; creamos un mundo entre nosotros en Zoquiapan, bajo un cielo azul cobalto y la mirada lejana de los volcanes. Poesía, ensayo, cuento y sobre todo cariño desde el corazón. Prometemos que habrá algo para enseñar lo que hicimos. Y además VOLVEREMOS aquí o allá.
Así que solamente queda
agradecer
agradecer
y agradecer
Y por supuesto mi viejo guapo. Morgan mi setter que era un “testigo protegido” murió junto a mi. Sin poder hacer nada. Abrazándolo para que no se fuera solo.
Aún me duele
Y los que se van en estos días duelen.
Pepe Hernández, compañero instructor y siempre cercano.
Don Toño, con quien cubrí mis primeros servicios hace mucho mucho tiempo.
Ambos grandes voluntarios de CruzRoja
Presentes
Presentes
Presentes
¡Buena guardia compañeros!