Este año ha sido muy difícil para el mundo entero
Hemos dejado ir a los nuestros sin poderlos despedir.
Hemos visto caer como daño colateral a familiares y amigos
Y se han ido solos.
Para los mexicanos la muerte es un asunto vital.
Hacemos fiestas, contamos chistes, tomamos café y le echamos “piquete”
Nos quedamos a consolar al muerto y a su familia. Así.
Nadie debe irse solo… y por eso le acompañamos con baile, música, flores y cantos.
A la vera de su fosa lloramos y damos la despedida. Nunca será la última.
Y este año nos han despojado también de eso.
Porque en México la vida se trata de morir viviendo. En los nuestros.
Y ahí están ellos, los que “se adelantaron” a la vuelta del camino. Esperándonos para darnos la bienvenida al mictlan, a xibalbá. Que no es exactamente ni el cielo ni el infierno sino un lugar aparte. A un lado.
Y cómo dice el dicho “la mejor comida es la mexicana, sólo sus muertos regresan” así que reunimos lo mejor de nuestra cocina y de nuestros colores. Flores. Luces, agua y sal.
Este día de muertos celebramos a todos los que no pudimos acompañar en su muerte. A todos los que nos hacen falta y por eso hay una proliferación exacerbada de la muerte “à la mexicana”
No nos dejaremos apartar de la vida ni de lo vital. ¡Más flores, más velas, más luz, más catrinas y calaveras!
Te dejo una calaverita… y si quieres deja la tuya en los comentarios.
Y la calavera Fodonga
Fuese a tomar respiro
De todos los males de amores
Para poderse apañar
A uno que otro catrincito
los cuales veía al pasar
Dame mezcal, dame amores
Dame luces y colores
Yo te pagaré con flores
Y canciones de dolores
Acodada en la ventana
Cantaba ella así
Veleidosa y muy profana
Se puso a descansar
Dejó al COVID su quehacer
Y al virus se le pasó
La mano en mandar perecer
A tanto y tanto ser
Mira virus verdiazul
Vete ya de mi trabajo
Ya te me vas pa’l cara…
Que yo vuelvo muy feliz
A llevarme a los pende …
Y a uno que otro catrín
No dejes que nos aparten de la muerte; ni de la vida.