Hay muchas maneras de atrevernos, a ser lo que somos, a mirar el mundo de otro modo… ¿a qué no te atreves (hasta hoy) tu?
Mueve las caderas, un pie adelante del otro
¡mantén la cabeza alta!
Necesitas un libro encima…
Al mismo tiempo recita las capitales del mundo
Concéntrate
No pienses
Simplemente camina.
Las piernas largas en el espejo y el cabello a la cintura que se mece con cada paso, una mirada sobre el hombro añade picante al conjunto. Conoce el atractivo que ejerce sobre cualquiera. Las niñas imitan sus pasos, los niños se quedan embobados.
Bailar así, con abandono y maestría es una experiencia totalmente diferente. Despierta sensaciones y recuerdos, angustias y emociones reprimidas.
Y todo empezó cuando sus primas le dijeron entre risas
“Ándale Roberto, ¿a que no te atreves a bailar en tacones?”