70 agradecimientos
Está de moda hacer un bucket list de lo que quisiéramos hacer antes de morir, me encanta y tengo una bastante larga; pero esta vez haré una “Lista de Luz y Agradecimiento”
70 motivos
El amor que me rodea
Jaime, con sus flores constantes y su siempre estar
Mariana, cambiante como el clima y siempre maravillosa
Jaime, magnánimo en tiempo y disposición
Emilio, llamarada de alegría y música
Josefa, mirada sabia y pícara al mismo tiempo.
Alejandra, regalo de cariño
Mi papá, vivo con sus historias, memorias y desmemorias
Mis hermanas y mis hermanos, diferentes e iguales.
La familia, tías, tíos, primas y primos; de sangre y del alma
Mis amigas, mis amigos, de todas guisas y colores, que si les enumero me acabo el espacio y el tiempo.
Mis dos perras junto a mí, que me siguen a donde vaya y si me siento mal o estoy triste se acomodan más cerca aún
Todos los perros (y uno que otro gato) que han dejado un trocito de su corazón en el mío
El privilegio de ayudar a los que ayudan, voluntaria por siempre y para siempre
Las orquídeas fragantes que florecen cada año por esta época, tímidas cómo blancos corazones, medio escondidas en el follaje del jardín.
Las jacarandas que visten y engalanan las ciudades para mi cumpleaños, de mis mejores regalos.
La sonrisa desdentada de un bebé que me mira
El piropo inesperado de un o una desconocid@
El uso de mis manos (una medio “cucha”, y aun así, útil) de mis pies, de mi cuerpo entero
Zapatos rojos, sandalias, botas vaqueras, botines, zuecos, zapatillas de tacón… siempre rojos, siempre ahí.
La alegría de viajar y el descanso de volver
El cansancio después de hacer lo que se debe, o lo que se desea
El privilegio del amanecer en mi ventana, con pájaros que cantan justo antes de que despunte el sol
Caminar bajo la lluvia
Los atardeceres de fuego y del rayo verde
Vivir despeinada para sentirme libre
Esperar un amanecer nada más porque si
Pedir ventanilla en el avión sin importar cuántas veces haya volado
El mar… (este contaría como 70 veces siete) cambiante regalo del universo.
Conversaciones en la madrugada
Pláticas con amigos lejanos en distancia y cercanos en el corazón, nuevos y viejos, buenos vinos y buenos amigos
Tiempo para escribir, robado a otros tiempos
Tiempo para estudiar, para inventar, para cocinar, para dar y tomar clases
Un día de frío en el altiplano, con volcanes en el horizonte y el cielo de azul profundo.
Decirle si a una invitación que da un poco de miedo, de emoción y decir no a lo que me roba la paz
Un plato de frijoles de la olla, azufrados o negros, no tengo preferencia
Queso, del que sea, cualquiera; desde panela fresco hasta apestosos como muertos no muy frescos ;)
Tortillas de harina, de las de verdad, de Sonora, tortillas de maíz recién hechas e infladitas
El olor del pan recién horneado
La sensación de la masa creciendo bajo mis manos
Un pastel de zanahoria
Galletas de avena y nuez con un toque picante
Chilaquiles en Zoquiapan
La chimenea que “come” como bebé recién nacido y crepita chismosa
La lluvia; cómo sea y en donde sea.
El cielo casi morado sobre el agua turquesa del caribe
El olor del pasto recién cortado y el de la tierra mojada
Creer en vez de dudar, aunque eso; lo dudo ;)
El polvo arremolinado en presagios y augurios
Abrir puertas y ventanas a la brisa, a la luna y al viento
Re-conocer en el otro la misma chispa que me anima
Extrañar a mis amores que ya no están aquí a sabiendas de que los llevo en la memoria y en el corazón.
Una salida al mar entre risas, estelas marinas y amistad
Un beso robado, una caricia escondida
Un poema guardado en una cajita de lata
Chocolate, amargo y oscuro.
Escuchar(te) sin juicio, sin premura
Cerrar los ojos y seguir mirando luces, mundos y universos detrás de mis párpados
Saber que mi piel no es el límite del universo
Un collar de perlas, corazón del mar
Ropa interior linda; porque la vida es muy corta
Un quexquémetl o un huipil bordado por manos que cuentan historias
Un libro, una taza de té, perros a mis pies… una ventana
Memorias y recuerdos cómo ríos silenciosos y profundos
El agua fría en mi garganta
Bailar y perderme en el gozo del movimiento
Las piedras de colores que jalonean mi camino, las blancas que marcan días auspiciosos
Silencio…
Reconocer la Gracia del Cielo, de Dios, de la Divinidad en todo lo que me rodea
Mi copa está desbordada… GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
¿mencioné la lluvia?
Mejor pensar en lo hecho, sobre todo en aquello que se puede agradecer, que en lo que se quisiera hacer, que me suena a una especie de lista del supermercado de la vida próximo a cerrar para consumidores de experiencias (y ya se sabe que los consumidores son los eternos insatisfechos) o a itinerario de turista chino con siete días de visita al "Mediterráneo de la Antigüedad Clásica" (que no se enterará de nada pero que fotografiará todo). Mucho mejor tu perspectiva.
Con el espíritu "contreras" que ya conoces, yo en todo caso haría la lista de cosas que NO quiero hacer antes de morir, como ir a Las Vegas, conocer en persona a Milei o a su equivalente mexicano, viajar a Israel, escuchar reguetón y narcocorridos, cenar con la maestra Gordillo, hacer un viaje de ayahuasca, volverme influencer, postularme para senador, cambiarme de sexo, escribir mis memorias, convertirme al Islam (o a cualquier otra religión)...
A un lado las ocurrencias, lo importante es que llegas a esta respetable -y en varios sentidos envidiable- edad con buena salud, una familia que te arropa, muchísimos amigos que te quieren bien, espléndido humor y "hartas" (dirían en tu rancho) ganas de vivir a tope y hacer hogazas.
Muchas felicidades por estos 70. Te mando un abrazo. Solo uno, pero con mucho cariño.
Mil felicidades, 70 motivos para que seas feliz y recibas muchas bendiciones. A iniciar la siguiente lista querida Tabi!!!
Te mando abrazos